CREAMUS

Para esta pieza Silvia grabó diferentes y breves sonidos percutidos para crear figuras, evoluciones, yuxtaposiciones.

Tenía 11 años (estaba en Primer Año de Enseñanza Media.)

(Ver tambien « La gota », « Sobre un solo sonido DO» et « A Silvia »).

« La niña estudiaba piano privadamente con otra profesora desde hacía dos años. Conmigo tomaba lecciones de composición ya sea utilizando el computador que el piano. Ella era quien decidía que traer a la clase si una pieza para piano o una hecha con el computador.

Vino a clases por aproximadamente dos años con la frecuencia de una vez cada 15 días porque vivía más o menos a 60 km. de Roma y los padres (que yo conocía desde hacía muchos años) la traían el sábado en la tarde a mi casa romana. Por lo tanto fueron siempre lecciones individuales.

La niña demostró una precoz disposición hacia la música porque el padre era (y sigue siéndolo) un guitarrista profesional (concertista) y la madre había estudiado canto privadamente durante algún tiempo. Existió siempre además, un buen lazo afectivo entre Silvia y yo. Probablemente estos factores contribuyeron a determinar una predisposición hacia la música pero estoy firmemente convencido de que las composiciones y análisis que ella hacía de sus trabajos, habrían podido ser hechos por cualquier niño de su edad, si hubieses sido convenientemente motivado y estimulado. Actualmente Silvia frecuenta el conservatorio (piano y composición) y está en el tercer año de universidad (disciplinas relacionadas con la música y el espectáculo) » E.P.