¿Por qué la exploración?
Las dimensiones que he expuesto nos indican que es necesario conocerlas, investigarlas siguiendo a los niños en las diferentes etapas para ver como se manifiesta la música en ellos, para después considerar pedagógicamente como podemos ayudar a desarrollar aquellas variadas dimensiones.
Se inicia desde la dimensión sensomotriz y la exploración y después, (Delalande disminuye el volumen de su voz) sobre el “después”, no hay mucha claridad aun porque hay una discusión post-piagetiana sobre el simbolismo puesto que es una dimensión difícil de estudiar –considerando entre otras razones que los niños pequeños no hablan, por ejemplo- pero hay formas de simbolismo y reglas. Sin embargo lo más evidente es lo sensomotriz.
Hacia los 4 años el simbolismo tiene una gran importancia porque a esa edad la vida está hecha de simbolismos (toma un lápiz). El niño ve en este objeto en movimiento un aeroplano.
Sobre todo a esa edad, el niño está dando una dimensión simbólica a los gestos y a los objetos. Entonces resulta lógico estudiar lo que pasa con los niños pequeños: personalmente he empezado a interesarme en la producción sonora infantil sobre todo en el jardín pero después, por razones más de investigación fundamental que de pedagogía, me he dirigido a la sala cuna hacia los niños aun más pequeños para entender ¿cómo empieza la música en el niño?
Si decimos que empieza con gestos sensomotrices, hay que ir a “ver” y estudiar como ocurre aquello.