Elegir una singularidad sonora

Escucharemos un niño de 6 años: a esa edad los niños son capaces de organizar la forma musical. (Aquí Delalande hace un paréntesis y explica): Los niños de 3 años en cambio viven el momento mismo, viven el presente el ‘aquí y el ahora', no tienen idea de lo que va a venir después; generalmente a los 3 años un niño se detiene y nada más, detiene el juego. Pero el niño de los 5 / 6 años, si la educadora demuestra un cierto interés por la construcción que hizo y felicita al niño, el niño entiende que hizo algo y lo hizo bien.

Recordarán que escuchamos una niña que hacía juegos vocales, efectivamente allí hubo una evolución pero en ningún momento ella lo planificó antes, ella vivía el presente, hacía algo espontáneo y logró darle una forma, siguiendo su propia improvisación.

El niño de 6 años que vamos a escuchar ya es capaz de preveer la forma que desea dar a su juego; explora, juega, ensaya varios sonidos y de pronto al encontrar algo interesante, se dice a si mismo, “puedo continuar a hacerlo”. Luego encuentra otro elemento y luego es capaz de pensar el futuro fuera del presente, es como un objeto que se construye dando un inicio, un desarrollo y un final. La idea de terminar o de concluir aparece ya a los 5 o 6 años. Los niños saben dar forma a su “construcción sonora”

Escuchemos un ejemplo que es muy simple parecido a lo que hicieron uds ayer; un niño tiene un platillo en mano, al principio golpea y hay un momento en que cambia, ya no es solo una exploración sonora, él encuentra una singularidad sonora.

¿Quién quiere comentar sobre la singularidad sonora que le interesó al niño?¿Notaron en qué momento cambio la exploración? (alguien interviene pero muy suavemente y no se escucha bien)

DELALANDE: Efectivamente Ud tiene razón, al principio el niño solo golpea el platillo pero de pronto el platillo se balancea y el sonido es ondulante,...a partir de ese momento la exploración cambia, ese efecto atrae al niño, él espera que el platillo se balancee y se queda observando ese movimiento. A eso llamamos singularidad sonora que él considera interesante. Es muy claro el ejemplo.

Es exactamente en ese momento que el educador o educadora debería detenerse a observar lo que el niño observa..... así pueden entenderse ambos muy bien. Al revés si la profesora habla y no pone atención a lo que el niño está haciendo, no se pueden entender. (Se escucha nuevamente el ejemplo)

Esto es lo que quiero destacar, el pasaje importante que se produce en el proceso creativo: se va de la exploración común de un objeto material sonoro a un momento más avanzado, al encontrar un sonido o una sonoridad insólita, el niño se detiene y elige ese detalle, ese sonido o ese movimiento especial, trasformándose en un centro de interés, en una singularidad sonora que puede conducir a otra etapa del juego, hacia la invención. El hecho de elegir o seleccionar, es otro paso importante en el proceso de desarrollo musical.

Escucharemos otro ejemplo. Se trata de una exploración con la voz frente al micrófono de un niño de 6 años. El niño juega con su voz, su lengua, etc. y a un cierto punto se detiene y dice: “es bonito lo que estoy haciendo” y lo repite precisamente por la singularidad del sonido que le gustó. Lo que me interesa es que él mismo lo diga.

La idea de elegir es lo importante: voy a mostrar otro video donde un niño de Sala Cuna explora solitario la cítara (la educadora salió como era nuestra consigna) y elige algo que le interesa, percute delicadamente la cuchara sobre las cuerdas y lo repite porque evidentemente le gustó. Regresa la educadora y comienza a jugar ella también con la cuchara y las cuerdas pero el niño insiste en lo que él mismo encontró y eligió, sin importar lo que la educadora hace. Y esta conducta del niño es lo que nos interesa, que sea el niño que elige y mantiene su interés por encima de lo que el adulto propone o hace.

Voy a mostrar otro ejemplo de hallazgo por parte de un niño que entra a la sala con la educadora.

La educadora sale y el niño comienza a explorar la cítara; a un cierto punto él encuentra un modo de producir los sonidos, pellizca las cuerdas una a una con sus dedos y lo repite, esa es la singularidad. Lo raro es que 3 o 4 meses después, el mismo niño recordará y repetirá el gesto que encontró anteriormente. Lo que aparece evidente e importante para nosotros es que el niño es capaz de explorar, de descubrir, de producir sonidos y de elegir su idea, sus sonidos y gestos por sí mismo y eso para nosotros, es lo principal.