La conquista de la forma

A continuación vamos a explicar como se puede controlar la forma de la composición. En otra conferencia expliqué que los niños, alrededor de los 5/6 años, ya son capaces de dar una forma y de terminar una improvisación. Vamos a escuchar algunos ejemplos.

El sentido de la forma se desarrolla en el niño a causa de varias motivaciones: una es el juego de reglas y hablamos de eso en la primera conferencia, tal vez lo recuerdan; también es que son capaces de anticipar; y también a causa de la comunicación con los otros. Los niños organizan alternancias, hacen pequeñas secuencias. Comparamos eso con los juegos de encajar piezas como en el canon, es decir, como otros juegos con reglas. Yo antes decía que lo hacían a los 2 años de edad pero ahora he visto ejemplos que demuestran que lo pueden hacer hasta desde 1 año de edad.

A continuación voy a exponer tres motivaciones que impulsan el encuentro de los niños con la forma musical: el juego de reglas, la capacidad para anticipar, para preveer lo que vendrá (futuro), la comunicación con los otros niños.

Juego de reglas: vamos a escuchar un ejemplo de un niño que está construyendo un juego sonoro con reglas que él mismo se ha dado partiendo de algunos sonidos que ha elegido. A este niño ya lo vimos en otra ocasión. Vamos a ver las secuencias que él construye: cuando tenía 11 meses el exploró los platillos y percutió con cucharas y sucedió algo que nos sorprendió mucho: tiene frente a él dos platillos: sobre uno produce un sonido largo frotando la cuchara y concluye en el otro platillo con un sonido corto, seco. Esto se constituye en una secuencia y la repite 3 veces. Después, en lugar de frotar la cuchara hace girar el platillo con la cuchara fija para obtener un sonido largo. Es una variación de la misma secuencia.

Es raro: él ha hecho una pequeña forma musical en diferentes modos.

Aquí hay otro ejemplo pero ya tiene casi dos años de edad (ha pasado un año de la experiencia anterior) y está repitiendo la misma secuencia, con dos sonidos opuestos sobre una citara: uno largo concluyendo con un sonido corto y seco sobre la madera de la citara. Este es un ejemplo donde el propio niño se da sus propias reglas de construcción sonora.

La anticipación: He hablado de los niños que son capaces de anticipar y de hacer una conclusión, veremos uno o dos ejemplos.

Se trata de una niña de 6 años, que es la edad ideal para la anticipación de las ideas. Está explorando una cítara, al principio desliza la cuchara en forma de glissando; sin embargo de pronto nace una singularidad sonora, y por casualidad da un golpe. Ese le gusta, insiste y de pronto aumenta la velocidad y la intensidad pero poco a poco disminuye la intensidad, algo que ya había utilizado anteriormente y concluye, cierra su breve composición.

Quiero insistir en la grabación como recurso y estímulo que se produce en los niños y que los ayuda a encontrar un sentido de la construcción general. ¿Se acuerdan de aquel ejemplo que les hice escuchar del niño que frotaba contra el suelo una silla en diferentes formas? (el niño tiene 6 años) Ahora veremos que sucede (se escucha) El niño mueve la silla en diferentes modos, repite algunos movimientos y pasa a otros y luego se detiene y la maestra dice “¡Bien!” Pero el niño dice “Ahora escuchemos” porque evidentemente él sabe que terminó su improvisación.

Esas son modalidades que pueden dar forma al trabajo con un cierre. Lo hizo la niña anterior, ella cerró su invención y uds también lo hacían el otro día, concluían sus exploraciones. Hay muchos ejemplos.

Captar la atención, retórica de la forma: Ahora voy a mostrar cómo se puede organizar una situación de comunicación: mostré como los niños aman combinar sonidos con el juego de reglas y luego se ponen fuera del tiempo presente, anticipando la conclusión por ejemplo. Ahora vamos a ver la comunicación con los otros.

Hay varios niños y la maestra trajo y repartió varios vasos de yogur (de vidrio) y todos los niños tienen 2 vasos. Ellos comienzan a explorar y la maestra mira en dirección de un niño que hace su juego explorativo y todos lo siguen; un niño lleva el vaso a su boca y “canta” en su interior, los otros siguen a su compañero. Buscan otro tipo de sonido y a una niña que hace una improvisación con un sonido muy bonito la maestra le pregunta: “¿Podrías decirnos algo con esos sonidos tan bellos que has hecho?”

A partir de ese momento el juego cambia, se produce una situación diferente, pues al principio la niña jugaba por y para si misma pero ahora lo hará para los otros, será entonces una situación retórica. Algo así como, “yo estoy hablando y tengo que captar vuestra atención”. A la niña le sucedió lo mismo desde el momento en que la maestra se lo solicitó: “¿Puedes contarnos algo con esos sonidos?” la capacidad para contar algo estimuló el juego de comunicación por parte de la niña. Al contrario de hacer los sonidos por y para ella misma, ahora lo hará para los otros. Escuchemos como cambia: ella logra el silencio y algunos niños ríen por los gestos y los sonidos que logra.

Como ven entonces un niño pequeño puede lograr un cierto discurso, intencionalmente.