La idea musical en composición,
Deseo destacar que este principio de selección se encuentra también en la composición, en la improvisación, en la interpretación de los adultos, porque son ejes generales de los procesos de invención.
A continuación quisiera explicar algo sobre las estrategias de composición musical si bien el planteamiento que haré es general. Un modo de inventar la música es efectivamente buscar singularidades sonoras para luego encontrar formas de desarrollarlas más ampliamente.
He trabajado con un grupo de 12 compositores, colocándolos en la misma situación: ellos tenían que partir de un cierto material sonoro y desarrollarlo durante 3 minutos. Terminada la tarea, pudimos trabajar con los compositores, con sus invenciones, sus apuntes, sus borradores y analizamos el proceso de invención. Este trabajo está ya publicado en las “Conductas Musicales”. El trabajo fue importante para mí y tuvo ciertas repercusiones. Actualmente ha interesado también a los musicólogos porque permite analizar la génesis de los procesos de invención.
Por lo general los musicólogos analizan las músicas ya compuestas y terminadas pero no los procesos de invención que dejan más bien a la psicología. Pero la psicología ha estudiado más los procesos de la escucha pero sobre la producción muy poco. Sin embargo desde hace más o menos 20 años, el análisis de los procesos de creación está apareciendo en estudios de cierta musicología y se le llama genética de las obras.
Entonces el trabajo que hice permitió llegar al nacimiento de la obra. Y lo que puedo explicar y demostrar es mi interés por el nacimiento de la idea musical, como centro del proceso de composición, que tiene una historia.
Hay toda una literatura que llama idea musical a algo como un motivo o como un tema, como una parte de la obra musical. Esa es una de las definiciones o concepciones de la idea. Pero hay otra que es mía y que se desarrolla mas ahora referida al proceso de invención.
Pongo un ejemplo: un día mientras Beethoven paseaba pensó en esto :
Si muestro este ejemplo es porque seguramente Uds. lo conocen.
Generalmente se ha dicho que la idea está en esas 4 primeras notas pero si podemos imaginarnos y ponernos en la piel de Beethoven pareciera que buscando se dijo...”no está mal....puedo desarrollarla, puedo hacer algo con esto, puedo hacer cambios”. Pero no es suficiente.
Beethoven lo dice muy bien en una carta: “tengo una idea, vivo con esa idea” (quiere decir que es el momento de la imaginación de la obra) esta idea la puedo dirigir en varias direcciones, en todas sus posibilidades y he aquí un movimiento de Sonata, una Sinfonía” Este es un pensamiento muy bello de Beethoven.
Allí se revela bien como imagina su obra, encuentra un motivo, una frase que le interesa, lo elige e imagina que puede desarrollarlo. Es decir que la idea no es solamente aquello que aparece en el primer movimiento de la Sinfonía sino que es todo lo que ocurre durante el transcurso de los 10 meses (y más) que duró la composición total.
Esta es la concepción actual de la genética compositiva, la idea no es sólo un tema o motivo sino todo aquello que genera el proceso compositivo. Con Beethoven es interesante porque se pueden observar -en las reproducciones de facsímiles-, como él escribe, corrige, borra, cambia. Se puede seguir el proceso de la invención.
Tuvimos un Congreso sobre la idea musical. Se ha publicado un libro, he analizado lo que allí se dice y me parece que es la definición más actualizada para referirse a la idea, no enfocada en el motivo, la frase o el tema sino en la singularidad sonora que generó el proceso de invención
Las ideas pueden ser muy diversas, vamos a escuchar una Invención a 2 voces de Juan Sebastián Bach, algo completamente diferente por el modo en que escribió la pieza que inicia presentando la sucesión temporal de las notas alternándolas con las dos manos, (izquierda / derecha) con un resultado muy especial.
Este ejemplo permite comprender que la idea musical es más que un motivo, una frase, un tema sino que es un concepto especial relacionado con la singularidad sonora. En las obras de Bach hay muchas ideas singulares que no son temas. A continuación deseo explicar como la idea interviene en la composición y en la estrategia del compositor.
Volviendo a las entrevistas que hice a los compositores y pensando en lo que ellos han dicho o escrito, pareciera que cuando están imaginando una pieza necesitan tener un plan, que es algo muy general.
Por ejemplo, Vivaldi, imaginemos que va a hacer las 4 Estaciones, una idea sencilla...”haré la Primavera” pero eso no basta, ese es un propósito intelectual que se puede explicar muy fácilmente pero para empezar hay que encontrar algo a nivel sonoro no a nivel intelectual. Él tiene que encontrar una singularidad sonora: “los árboles pueden ser así....” Él piensa sonoro, pasa de lo intelectual a lo sonoro que elige (si bien luego piensa a más ideas porque no hay una sola idea) y que tiene deseos de desarrollar y que pasa a ser un proyecto de composición musical.
Si tomo piezas cortas de Bach por ejemplo, hay una o dos ideas que funcionan juntas.
pero bastan. He escuchado a Olivia que estuvo tocando algunos Preludios del Clavecín bien Temperado y veíamos como hay una idea o dos muy simples en cada Preludio que se desarrolla en un minuto y medio de música y nada más, la idea va pasando de una mano a la otra, la repite, se dilata, luego regresa y llega a un final, a veces inesperado. Ese es un Preludio.
Hay obras más complicadas, por ejemplo como los Corales para órgano donde a menudo hay dos ideas que juegan una con la otra, pero son bastante simples.
Entonces hay un plan, una idea musical y después está todo lo del orden, de la regularidad. Se hace una oposición entre lo regular y lo singular: hay asuntos que no se pueden hacer, hay reglas que todos los estudiantes saben hay que evitar las 5as paralelas, etc., pero hay asuntos que llegan regularmente, son las regularidades; cada compositor tiene su propia gramática. Pero la idea aparece una vez y es como el “eureka” y desde allí parte la obra. Esa idea compositiva es bueno no repetirla pero hay compositores que se permiten a lo largo de su vida, de retomar viejos hallazgos que dejaron mucho tiempo atrás y vuelven a elaborarlos conformando una capitalización de su quehacer que llamamos estilo.
Pasa lo mismo con los niños hemos visto un niño que encontró algo que le gustó cuatro meses después, él se recuerda y lo retoma, lo reconstruye, lo repite; la primera vez fue casual pero luego lo transforma en su estilo. Y ese “algo” lo hace singular entre los otros niños, pues se distingue por ese hallazgo, pero para si mismo es algo regular. Por lo tanto consideramos que hay una especie de equilibro entre la singularidad y la regularidad en el proceso de creación.
Es esta dicotomía que se necesita para comprender el proceso de creación
Tal como el otro día al explorar uds, y en los ejemplos que he mostrado de los niños, uds. han visto que de pronto aparecen hallazgos fortuitos; con los compositores tenemos muchos ejemplos que han encontrado algo por casualidad, otras veces hay búsqueda de algo nuevo, reúne los materiales y puede comenzar a trabajar sistemáticamente en su oficio de compositor y es allí donde habla su obra.